Comiezo vida de Marcelino

Nació el 20 de mayo de 1789 en el pueblo francés de Marlhes, en medio de la famosa Revolución Francesa. Nunca asistió a la escuela, debido a la mala experiencia que tuvo con un profesor, que contaremos más adelante, por la cual solo asistió una vez. A raíz de esto, comenzó a ser educado por una tía suya, refugiada debido a la Revolución, ya que era monja. Prosiguió así su vida hasta que un cura llegó a su pueblo, buscando gente para el seminario, al llegar a casa de Marcelino, el menor de todos sus hermanos, el cura preguntó uno por uno, todos se negaron a excepción de Marcelino que ingresó en el seminario en 1805.

La experiencia de Marcelino en el colegio

Marcelino se decició ir al colegio finalmente, el primer día vivió una experiencia desagradable. El profesor preguntó a Marcelino sobre unas tareas, pero otro alumno se adelantó, observó como el profesor pegaba a ese alumno por su conducta, esto le dejó tan impactado que decidió no volver a asistir a la escuela. Fue entonces cuando Marcelino se dedicó al pastoreo y a cuidar de su rebaño, asi trancurrió su vida hasta la llegada de un cura a su pueblo.

Ingreso en el Seminario

Marcelino ingresó en el seminario en 1805. Marcelino comenzó el curso con un gran atraso, debido a que nunca había estudiado. Antes de esto, el maestro Arnaud, le desanimó para que no ingresase, ya que no tenía futuro, aun así su decisión permaneció irrevocable.

 Una vez que Marcelino entra en el seminario, debe adaptarse a la nueva situación, a los nuevos compañeros, que son menores que él y a una nueva vida. Su primer año es un fracaso absoluto, y es invitado por el director a volver a casa. Marcelino, junto a su madre, realiza una peregrinación a pie junto a su madre a la tumba de San Francisco Regís y consigue una nueva oportunidad para entrar en el seminario

Segundo año en el Seminario.

El segundo año en el seminario y en los años y cursos posteriores, Marcelino sube su nivel académico y rinde más en todos los sentidos. En 1813 pasa al seminario mayor en Lyon para comenzar su primer año de Teología.

En el curso ecolar de 1815 un nuevo seminarista, Juan Claudio Courveille, comunica a algunos de sus compañeros su proyecto de una Sociedad de religiosos Maristas, la llamada “Sociedad de María (Maristas)”. Se unen a esta idea, entre otros, Marcelino Champagnat y Juan Claudio Colin. Marcelino, más tarde, incorporara al proyecto su idea de los Hermanos para la educación cristiana y la alfabetización de los niños de las zonas rurales.

Marcelino es ordenado Sacerdote.

El 22 de julio de 1816, junto con Colin, Courveille y otros 50 compañeros, Marcelino es ordenado de sacerdote; tenía 27 años.

Al día siguiente, los 12 signatarios de la promesa de constituir la Sociedad de María, capitaneados por el promotor de la idea, P. Courveille, suben al santuario de Ntra. Sra. de Fourvière. Courveille celebra la misa, los demás comulgan de sus manos y todos se consagran a María y prometen solemnemente dedicarse a establecer la Sociedad de María. Su vida fue ejemplo de amor.

Marcelino Champagnat es nombrado vicario parroquial en el pueblo de La Valla-en-Gier.

El 12 de agosto de 1816 Marcelino Champagnat es nombrado vicario parroquial en el pueblo de La Valla-en-Gier, con una población de 2.000 habitantes dispersos en múltiples y lejanas aldeas por las faldas de la cadena de montañas del Pilat, en el Macizo Central. Inicia oficialmente su apostolado el día 15 de agosto fiesta de la Asunción de María. Pronto transforma totalmente la parroquia: predica, visita a los enfermos aún de las aldeas más alejadas, hace la catequesis a los niños, implanta la práctica del mes de María, distribuye libros para extender las buenas lecturas, combate el trabajo en domingo, las borracheras, los bailes.

Encuentro con Jean Bautiste Montagne.

El 28 de octubre, en la aldea de Les Palais, asiste en su lecho de muerte al joven de 16 años Jean Bautiste Montagne. Esto lo decide a poner en práctica inmediatamente su proyecto de Hermanos para la educación. Inicia con Juan María Granjon. Al poco tiempo, se le añade Juan Bautista Audras, de 14 años, y el P. Marcelino los instala en una casita alquilada, luego comprada con la ayuda del P. Courveille.